Melina Rosana Medrano

Cuando decidimos ser padres, te comprometiste con cuidarnos y te preparaste para ello, lo buscamos, lo pensamos, lo planeamos, y llegó el positivo!

Llegaron los miedos, los proyectos tomaban forma y color, trabajabas feliz en construir nuestros futuros, y entre proyectos y nubes caminabas y proyectabas.

Pero un día, una noche, una tarde, un momento y todo cae. No lo sentiste, no lo tocaste, si ni lo escuchaste latir, y se fue de este plano, pero se clavó en nuestro pecho.

Te viste apoyando a tu mujer sin saber cómo, te llenaste de palabras sin sentido, de reacciones encontradas, lleno de dolor, sosteniendo una familia que se te escurrió entre las manos.

Y nadie pasó lo mismo que tú, encontraste gente que vivió lo mismo y acompañaste sus vacío con palabras que les dolieron, como a ti las suyas, minimizándolo todo, admitiendo el dolor de «ellas» y minimizando el dolor vuestro.

Y las fechas pasan, las fiestas pasan, y las personas se acostumbran a esta realidad, pero llega el día del padre, y dentro algo estalla.

Se retuercen tus entrañas y, pero sigues sonriendo, minimizas tus emociones con la esperanza que este día se termine.

Pero hoy te das cuenta de que este vídeo te llegó por alguien, por algo, por ti. Porque en tus manos habían otras manos agarradas, que te acompañan, lejos o cerca, pero están aquí, sintiendo que hoy ES TU DÍA.

FESTEJEMOS EL AMOR QUE NOS LLEGÓ Y SE GUARDÓ EN NUESTROS CORAZONES PARA SIEMPRE.

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